¡Delfines a la vista!
Los retos del turismo de observación en el Caribe MexicanoLeslie Mariel Paredes Torres
Cuando hablamos de delfines, inmediatamente se nos viene a la mente aquellos seres carismáticos que muchas veces deseamos encontrarnos cuando vamos al mar y ansiamos presenciar un espectáculo natural. Hoy en día es posible tener ese encuentro gracias a la industria del turismo de observación de cetáceos. Durante los últimos 20 años, esta actividad ha ido creciendo y se ha posicionado como una fuente importante de ingresos económicos para las comunidades donde se realiza. Además es una poderosa herramienta para transmitir a los visitantes empatía por el cuidado de los océanos y si es llevada a cabo de manera correcta, es considerada de menor impacto para la vida de los animales y su entorno. Sin embargo, su regulación aún es un reto en algunos lugares, como es el caso del Caribe Mexicano, donde se les ofrece a los visitantes la experiencia de conocer delfines silvestres dentro de la Reserva de la Biosfera de Sian Ka’an. En este lugar, se está llevando a cabo investigación científica con el objetivo de evaluar cómo ocurre esta actividad y asegurar que no sea contradictoria a la conservación de la naturaleza, manteniendo los beneficios para la comunidad.
Observando delfines en Sian Ka’an.
La Reserva de la Biosfera de Sian Ka’an es un Área Natural Protegida que está ubicada en la parte caribeña de México, en el estado de Quintana Roo. El nombre Sian Ka’an proviene de la lengua maya y hace referencia a la excepcional belleza de la zona, cuya traducción al español puede interpretarse como “hechizo, regalo o puerta del cielo”. Sian Ka’an es considerada Patrimonio Mundial por la UNESCOOrganización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura. debido a su relevancia ecológica, ya que cuenta con una variedad de ambientes únicos tanto terrestres como acuáticos, entre ellos manglares, petenesIslotes de vegetación arbórea (“islas de árboles”), de forma y tamaño variable, que emergen usualmente en los humedales. Considerados hábitats únicos., arrecifes de coral, cenotes etc., dando como resultado una gran diversidad de vida.
El nombre Sian Ka’an proviene de la lengua maya y hace referencia a la excepcional belleza de la zona, cuya traducción al español puede interpretarse como “hechizo, regalo o puerta del cielo”
Esto ha propiciado el desarrollo de diversas actividades turísticas consideradas de bajo impacto, las cuales representan una fuente importante de ingresos económicos para las comunidades locales y que a su vez permite a los visitantes contemplar y gozar la belleza del entorno, ya sea navegando por los canales, paseando en embarcaciones, practicando la pesca deportiva (captura y liberación), nadando en las zonas de arrecifes, u observando especies de flora y fauna silvestres (aves, mamíferos marinos, reptiles, etc.).

La observación de fauna silvestre es una de las actividades que mayormente se realiza dentro de Sian Ka’an, y entre la principal fauna que se oferta avistar están los delfines de la especie Tursiops truncatus, pertenecientes a la familia Delphinidae, comúnmente llamados toninas, delfines mulares o tursiones, en inglés “bottlenose dolphins”, los cuales son mamíferos marinos ubicados en el grupo de los cetáceos de pequeña talla.
Las toninas se encuentran prácticamente en todos los océanos del mundo, con excepción de los polos, y pueden vivir cerca de la costa o en el mar profundo, por lo que la variedad de hábitats que ocupan es muy amplia. En el Caribe es considerada la especie de cetáceo más abundante y es común encontrarlo en arrecifes, lagunas costeras, bahías, etc., lo que la hace una especie objetivo de fácil acceso para el turismo de observación de fauna silvestre, siendo la comunidad de Punta Allen, en la Bahía de la Ascensión, al norte de la reserva, el lugar predilecto para realizar esta actividad en Quintana Roo.
Si bien los recorridos turísticos de observación de delfines se han estado realizando con regularidad en los últimos diez años, es evidente que el crecimiento turístico que ha experimentado el Caribe Mexicano es cada vez mayor, por lo que es probable que la demanda de esta actividad vaya en aumento, por lo tanto, es crucial conocer como ocurre esta actividad para generar regulaciones adecuadas y asegurar que se lleve a cabo con la menor alteración a la vida de estos animales.
Es crucial conocer como ocurre esta actividad para generar regulaciones adecuadas y asegurar que se lleve a cabo con la menor alteración a la vida de estos animales.
En 2018, gracias al Programa de Monitoreo de la Megafauna Acuática del Caribe (PROMMAC), dirigido por investigadores de la Universidad Autónoma del Estado de Quintana Roo, fue posible describir y obtener información relevante sobre la observación turística de toninas, identificando algunas situaciones que pueden representar un riesgo para estos animales, como lo es el alto número de embarcaciones con un tiempo prolongado de permanencia y una distancia mínima al grupo de toninas, así como aproximaciones y retiradas directas a alta velocidad sin considerar la ubicación de los animales.
Estos hallazgos evidenciaron la urgencia de corregir las prácticas de observación, por lo que, tras dialogar con la comunidad de Punta Allen se llegó a un acuerdo para mejorar la actividad a través de normas básicas de observación responsable de mamíferos marinos y minimizar los posibles riegos inmediatos y a largo plazo en el comportamiento y vida de las toninas.
Toninas (Tursiops truncatus)
Fotos: Leslie M. Paredes Torres
Reglas que se hicieron para no romperse
La industria de observación de cetáceos es una práctica que ha adquirido mucha popularidad en los últimos años, generando importantes ingresos económicos, sin embargo, cada día hay más evidencia científica que la señala como una actividad potencial de disturbio para las especies objetivo.
Entre las consecuencias de esta actividad puede traer para los cetáceos, está el riesgo de colisión por parte de las embarcaciones, además a la larga, la intensa actividad pueden disminuir la presencia de los animales en los sitios donde se lleva a cabo, e incluso causar problemas más complejos, ya que al tratarse de organismos sociales y altamente sensibles al ruido, estas actividades pueden generar alteraciones en su comunicación, influir en su dinámica social, por lo tanto en su reproducción y alimentación, afectando su supervivencia en general. Es por ello que, en muchas regiones del mundo, estas prácticas vienen acompañadas por regulaciones que aseguren se lleven a cabo de manera amigable.
En México tenemos la Norma Oficial Mexicana 131 que regula la observación turística de ballenas y cachalotes, sin embargo, no existe una Norma Oficial que se enforque en cetáceos de pequeña talla como las toninas. Es por esto que para proponer las reglas de observación responsable de mamíferos marinos en Sian Ka’an, los investigadores del PROMMAC se basaron en las guías de mejores prácticas de observación de mamíferos marinos desarrolladas dentro del Protocolo relativo a las áreas y vida silvestres especialmente protegidas (SPAW) perteneciente al “Convenio de Cartagena” (Convención para la Conservación y Desarrollo del Medio Marino de la Región del Gran Caribe) del cual México forma parte desde 1983.

Una vez adecuadas y consensuadas por los operadores turísticos de Punta Allen, las reglas de observación responsable de mamíferos marinos fueron validadas por especialistas de la Red de Preservación de Mamíferos Marinos del Caribe CARI’MAM) y posteriormente implementadas por la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP) para su utilización dentro de la reserva.
Entre este conjunto de normas se especifican tres zonas importantes a considerar: la zona de observación (ZO), la zona de espera (ZE) y la zona de no acercamiento (ZNA). En la zona de observación se ubican las embarcaciones que están realizando la actividad, las cuales deben ser máximo tres embarcaciones, con un desplazamiento a baja velocidad (10km/h) paralelo al grupo de toninas, respetando la distancia mínima de 30 metros y sin exceder su permanencia más allá de los 10 minutos, para darle oportunidad a las embarcaciones que se encuentran en la zona de espera de pasar a la zona de observación agilizando el avistamiento. Asimismo, en ningún momento se debe ocupar la zona de no acercamiento evitando obstaculizar la dirección de desplazamiento de los animales, por lo que no se permite realizar aproximaciones directas ni perseguir a las toninas. Además, es importante resaltar que está prohibido, alimentar, tocar o nadar con estos animales ya que la actividad está restringida únicamente a la observación.
El implementar reglas de observación responsable dentro de la reserva de Sian Ka’an es un logro sumamente importante, sin embargo, el verdadero reto es fomentar su aplicación y realizar monitoreos constantes que permitan evaluar el cumplimiento de estas normas para adecuarlas o actualizarlas si llegara a ser necesario.
¿Cómo monitoreamos la actividad?
En el año 2021, el PROMMAC retomó sus actividades de investigación, siendo uno de los objetivos principales el conocer el cumplimiento de las reglas de observación responsable de toninas implementadas en años anteriores, así como registrar el comportamiento de los delfines frente al turismo de observación.
Para esto se organizaron visitas a Punta Allen entre los meses de septiembre y noviembre del 2021 y enero de 2022. El trabajo de campo consistió en observar desde la embarcación de investigación la actividad de observación turística de toninas, registrando los principales puntos señalados por las normas: distancia entre las embarcaciones y las toninas, número de embarcaciones, tiempo de observación, así como el tipo de aproximación al grupo de toninas y la manera de retirarse de la zona.

El trabajo de campo consistió en observar desde la embarcación de investigación la actividad de observación turística de toninas, registrando los principales puntos señalados por las normas: distancia entre las embarcaciones y las toninas, número de embarcaciones, tiempo de observación, así como el tipo de aproximación al grupo de toninas y la manera de retirarse de la zona.
Para la busqueda de toninas, se recorrio una ruta similar a la de las embarcaciones turisticas. Durante este recorrido se utilizaron binoculares para ubicar más facilmente a las toninas o las embarcaciones que se encontraban realizando la actividad de observación. Una vez teniendo la ubicación, la embarcación de investigación se aproximó a la zona de observación, donde se hizo uso de cámaras fotográficas y de video para fotografiar a las toninas y documentar la actividad turística. Simultaneo a esto, se registraron por escrito en formatos de campo datos como fecha, coordenadas, tiempo de inicio de la observación, número de toninas (adultos, jóvenes, crías), etc. Además, también contamos con una herramienta adicional: un dron que nos permitió observar y grabar la actividad turística desde una perspectiva ventajosa, desde las alturas.
Mirando desde las alturas: la magia de los drones
Los drones son considerados vehículos aéreos no tripulados, los cuales son controlados a distancia. Existen en gran variedad de tamaños y formas, por lo que su aplicación en diferentes áreas de la vida es muy amplia.
En lo que respecta a la investigación biológica, en los últimos años se han convertido en una novedosa herramienta de recopilación de datos para el estudio de mamíferos marinos, ya que la perspectiva aérea trae consigo numerosas ventajas para los científicos, permitiéndonos acceder a áreas difíciles, localizar e identificar individuos con mayor facilidad, y observar a una escala más detallada el comportamiento de los organismos, y de una manera menos invasiva. Además, lo que se observa se queda guardado en videoclips, los cuales se pueden mirar detenidamente y repetirse las veces que sean necesarias, disminuyendo los posibles errores del observador. Así, al obtener datos más detallados y confiables, los drones tienen el potencial de mejorar los estudios biológicos y, por tanto, mejorar los programas de conservación de las especies en cuestión.
Durante el monitoreo llevado a cabo en Sian Ka’an se empleó un dron de tamaño pequeño con cuatro motores (cuadricóptero) para obtener videos que nos ayudaran a evaluar el cumplimiento de las reglas de observación responsable y a conocer los posibles impactos en el comportamiento de las toninas.
El dron fue elevado desde la embarcación de investigación solo cuando las condiciones climáticas nos lo permitieron, es decir – ya que el viento y la lluvia son factores que limitan el uso de drones – se evitó volarlo con vientos mayores a 30 km/h y en condiciones de cielos nublados. Una vez en el aire, la altura se mantuvo entre los 60 y 100 metros para poder tener un campo de visión amplio que incluyera a las embarcaciones y a las toninas, además a esta altura se disminuyó la probabilidad de disturbio por parte del dron. La duración de la batería nos permitió registrar entre 10 y 20 minutos de video por vuelo y, al hacer uso de 4 baterías adicionales, se obtuvo información suficiente para el análisis de datos.
Una vez terminado el trabajo de campo, se analizaron alrededor de 10 horas de video obtenido con el dron, así como los registros tomados en la bitácora de campo, y se evaluaron los principales puntos señalados anteriormente por las reglas de observación propuestas.
Los resultados mostraron que la mayoría de las embarcaciones turísticas no cumplen en su totalidad con las reglas. Siendo la distancia el rubro menos respetado, ya que solo en 5% de los casos las embarcaciones mantuvieron su distancia. Esto nos indica que, la observación de toninas está ocurriendo a menos de 30 metros de estas, aproximando un rango de 1 a 15 metros gracias a las imágenes extraídas de los videos, en donde en ocasiones se observa que las embarcaciones llegan a pasar por encima de las toninas. Además, el tiempo promedio de observación superó los 10 minutos y al no respetarse las zonas de espera y observación, fue frecuente un alto número de embarcaciones siguiendo al mismo grupo de toninas para realizar la actividad, llegando a registrar hasta trece embarcaciones observando al mismo tiempo.
Los resultados mostraron que la mayoría de las embarcaciones turísticas no cumplen en su totalidad con las reglas. Siendo la distancia el rubro menos respetado, ya que solo en 5% de los casos las embarcaciones mantuvieron su distancia.
Todo esto podría representar situaciones de riesgo y estrés para los animales, así como interferir en sus actividades naturales y reducir el espacio para su desplazamiento libre. Por ello se están analizando los videos para estudiar el comportamiento de las toninas ante esta actividad, identificando si existen cambios en su respiración y tiempo de buceo, y en la dispersión o unión del grupo, lo que nos indicaría si las toninas están realizando tácticas de evasión ante las embarcaciones. Así como si existe alteraciones o cambios en las actividades que se encuentran realizando al momento de la observación turística como alimentación, descanso, socialización o desplazamiento.
Por otro lado, con los videos de dron es posible identificar más fácilmente la composición de los grupos, es decir, cuantos adultos, jóvenes o crías se encuentran en el grupo observado, generando información relevante que contribuya en el conocimiento de las poblaciones y biología de los delfines que habitan en la reserva de Sian Ka’an.
Se están analizando los videos para estudiar el comportamiento de las toninas ante esta actividad, identificando si existen cambios en su respiración y tiempo de buceo, y en la dispersión o unión del grupo, lo que nos indicaría si las toninas están realizando tácticas de evasión ante las embarcaciones.

Conclusión
Si bien, el turismo de observación de delfines que ocurre en Sian Ka’an es una actividad que genera experiencias invaluables para los visitantes e importantes ingresos económicos a la comunidad de Punta Allen, su regulación y el cumplimiento total de las reglas de observación responsable sigue siendo un reto, ya que es un proceso que requiere tanto participación de las autoridades como de la iniciativa de la comunidad. Por ello, es necesario realizar capacitaciones, planes de educación ambiental, estrategias de vigilancia constantes y promover las reglas de observación de fauna responsable abarcando toda la línea involucrada en la práctica, desde vendedores, visitantes, guías turísticos hasta capitanes, concientizando sobre la responsabilidad que tienen cada una de las partes para que la actividad se realice sin contradecir la conservación de la naturaleza.
Así mismo, la investigación científica es de suma importancia para conocer la biología de la población de delfines que se encuentran viviendo en esta zona del Caribe, ya que junto con los monitoreos y evaluaciones constantes son la línea de partida para mejorar las estrategias y planes que regulan la actividad turística, asegurando el bienestar de los animales y, por lo tanto, la sustentabilidad de la práctica.
Por último, mi invitación para el lector es que cuando realices actividades de observación de fauna silvestre te asegures de actuar de manera responsable y consciente, ayudando a que estas sean de bajo impacto para los animales y el ecosistema en general.


Leslie Mariel Paredes Torres
Leslie Mariel Paredes Torres es una bióloga mexicana egresada de la Universidad Nacional Autónoma de México, con experiencia en el cuidado e investigación de mamíferos marinos. Actualmente graduada con mención honorífica del Programa de Maestría en Ciencias del Mar y Limnología de la UNAM, con especialidad en biología marina. Su investigación se llevó a cabo dentro de la Bahía de la Ascensión, en la Reserva de la Biosfera de Sian Ka’an, ubicada en el estado de Quintana Roo, México. El trabajo tuvo como objetivo documentar el turismo de observación de toninas (Tursiops truncatus) que ocurre en la zona. Para ello, utilizó un dron con el cual obtuvo datos desde una perspectiva aérea con el fin de evaluar si la actividad cumple con los lineamientos locales para su ejecución responsable, así como conocer si existen efectos a corto plazo en el comportamiento de estos delfines derivados de dicha actividad. Los resultados de su investigación y las ventajas del uso de drones en estudios con similar problemática han sido mostrados en reuniones internacionales como la 24th Biennial Conference on the Biology of Marine Mammals, la 19 º Reunión de trabajo de especialista en mamíferos acuáticos de América del Sur y XIII Congreso de la Sociedad Latinoamericana de Mamíferos Acuáticos y, próximamente, en la XXXVIII Reunión Internacional para el Estudio de los Mamíferos Marinos de la SOMEMMA.
Es beneficiaria del Programa de Apoyo para Prácticas de Campo FUNAM-OCELOTL STI 2021.
*Agradecimientos: A los integrantes de mi Comité Tutor, la Dra. Nataly Castelblanco Martínez, el Dr. Carlos Niño Torres y el Dr. Luis Medrano González, por su apoyo y guía en la elaboración de este proyecto. A Animal Walfare Institute (AWI), Cetacean Society International (CSI), y al Programa de apoyos para prácticas de campo FUNAM -OCELOTL – STI 2021 por brindarme el financiamiento necesario para realizar el trabajo de campo. A los compañeros de campo, Dra. Natalia Garcés Cuartas, Dr. Eric Ángel Ramos, M. en N. Nataly Morales Rincón, Joshep Heredy Galindo Hernández y Don Víctor Barrera; a los capitanes que nos acompañaron y a la comunidad de Punta Allen por su invaluable ayuda e iniciativa por mejorar.
Bibliografía:
-Castelblanco-Martínez, D. N. 2018. Conocimiento y conservación de los mamíferos marinos en el complejo de Sian Ka’an. Programa de recuperación y repoblación de especies en riesgo PROCER. Informe final. 40 p.
–United Nations Environment Programme (2016). Overarching Principles and Best Practice Guidelines for Marine Mammal Watching in the Wider Caribbean Region. https://wedocs.unep.org/20.500.11822/27275.